Blog
COMPORTAMIENTO
BIOCLIMÁTICO DE LAS CASAS PAYESAS Y SU MEJORA.
<< Sólo podrá perpetuarse
la armonía y la fuerza de Ibiza si el vocabulario de las formas que le dan
carácter hallan su equivalente contemporáneo. No se trata de imitar la
arquitectura del pasado, construyendo incongruentes decorados que ni
corresponden a nuestros tiempos ni a nuestras necesidades, pues lo que imprime
personalidad a Ibiza, lo que la hace ser como es, es ni más ni menos una
arquitectura de limitaciones y resuelta con gran sencillez de formas. Asimismo,
introducir elementos de arquitectura popular importados de otras regiones,
destruirá la armonía y la unidad que han sabido sobrevivir al paso de los
siglos. Se impone pues una disciplina continuada y constante de limitación a formas
auténticas si se quiere que Ibiza siga siendo lo que es: algo único. >>
DeIbiza, fuerte y luminosa. J.L.
Sert
CONTEXTO
La situación actual, la crisis,
el cambio climático, el exceso de consumo energético, etc. Todas estas razones
obligan a la arquitectura actual a adaptarse, a reinventarse, y a cumplir con
las exigencias del panorama actual.
En Ibiza, como bien explica Sert,
la adaptación de la arquitectura a una de menor demanda energética, ha de tener
en cuenta la personalidad de la isla. Es importante la integración de las
estrategias bioclimáticas para actualizar la arquitectura de Ibiza y para que,
al mismo tiempo, siga manteniendo su esencia.
La mejora de la eficiencia
energética de los edificios existentes y el ahorro de energía a través de la rehabilitación
energética y de la construcción de nuevas edificaciones de consumo energético
casi nulo (ECCN) es un objetivo clave para la UE y para los Estados Miembros
porque reduce el consumo energético, y por tanto las emisiones de CO2 y el cambio
climático, consigue más independencia energética y ayuda a crear empleo.
ANÁLISIS DEL CLIMA Y
DE LA CASA PAYESA
Desde una escala más pequeña, se
pretende analizar la rehabilitación energética de las casas payesas, ya que
estas están concebidas para una vida familiar propia del siglo XIX.
Las mayoría de las casas
tradicionales de la isla requieren, por sus propiedades bioclimáticas, la
instalación de sistemas de calefacción, y en algunos casos de refrigeración,
dependiendo de su ubicación.
Las casas payesas tienen un
comportamiento energético muy bueno en verano. Esto se debe a sus escasos huecos
en fachada y a sus gruesos muros, lo que dota al edificio de una elevada
inercia térmica. En cambio en invierno, las casas tradicionales ibicencas son frías,
obligando a instalar sistemas activos de calefacción.
A lo largo del invierno las
temperaturas oscilan de 16 a 20ºC, mientras que en verano no superan los 23ºC.
Estas casas estaban diseñadas
para ser habitadas por personas que pertenecían al siglo XIX, tiempos en los
que las exigencias de confort, las actividades realizadas en el interior de la
casa, e incluso la ropa eran diferentes. Es necesario adaptar las casas payesas
a las exigencias de hoy en día.
Can Jai. Ibiza
El clima de la isla de Ibiza es
un clima templado, por sus suaves contrastes de temperaturas verano-invierno y
día-noche. La humedad relativa que aumenta la proximidad del mar consigue dotar
al clima de la isla de una suave continuidad a lo largo del año.
La radiación recibida es alta,
debido a la latitud de la misma. Los cielos no están completamente claros pese
al bajo índice de nubosidad, debido a la alta humedad del ambiente, pero aún y
así. la latitud en la que se encuentra Ibiza nos permite aprovechar la alta
radiación solar a lo largo de todo el año, evitando un alto consumo energético
de fuentes no renovables.
La dificultad que supone
solucionar problemas de confort en este clima es máxima, ya que en ninguna de
las 2 estaciones dominantes existe un confort total.
ESTRATEGIAS
La captación de calor en invierno
y la correcta acumulación de la misma, para luego aprovecharla en las horas
frías, son las estrategias más importantes para alcanzar niveles de confort en
invierno.
Para los meses cálidos, y debido
a la alta humedad del ambiente, es fundamental una ventilación natural continua,
tanto diurna como nocturna. Las protecciones solares y su capacidad de
adaptarse a las diferentes épocas del año son un factor fundamental para evitar
la radiación solar directa en verano, pero que nos permita la entrada de luz y
calor en invierno.
El suelo que está en contacto con
el terreno es el elemento regulador de la casa. Su elevada transmitancia enfría
el espacio interior a lo largo de todo el año. Esto favorece las condiciones
interiores en verano, pero no en invierno. Una cámara bufa aislada es la
solución a este problema, ya que nos permite aislarnos de la baja temperatura
del terreno en invierno, simplemente cerrando las rejillas de entrada de aire;
mientras que en verano, ese aire frío sí podría ser aprovechado, enfriando el
espacio interior de la casa e incluso aumentando las opciones de ventilación
interior.
La incorporación de mayor superficie
de vidrio en fachada, así como la de lucernarios en cubierta, favorece la
captación solar y el confort lumínico interior, a lo largo de todo el año.
Por tanto podemos conseguir
reducir notablemente la demanda energética integrando los sistemas bioclimáticos
pasivos. La arquitectura tradicional no alteraría su estética, y conseguiría un
ahorro energético importante.
FRAN VÁZQUEZ.